Muchas familias caen en el error de pensar que es necesario esperar a que los niños crezcan para introducir la lectura, sobre todo cuando se trata de hacerla en un segundo idioma, A menudo me preguntan las mamás si no tendría más sentido esperar unos años antes de presentarle los libros al bebé, pero mi respuesta siempre es la misma: EN ABSOLUTO. Solemos tener la concepción errónea de que los libros son “para leerlos”, pero en realidad la lectura va mucho más allá, sobre todo en la infancia más temprana.
Un niño tarda varios años en ser capaz de centrar su atención por un tiempo largo, por lo tanto no tiene sentido “leerle” una historia entera de principio a fin, por corta que sea y por muchos dibujos que tenga, porque enseguida va a desconectar de lo que le decimos. Lo que vamos a hacer, sobre todo en las primeras etapas, es llamar su atención sobre las ilustraciones, nombrar los personajes que aparecen, describirlos, imitar cómo podrían hablar o los sonidos que hacen, señalar los colores, pedirle que señale tal o cual objeto… en definitiva, convertir el libro en un juguete para pasar un buen rato usando el segundo idioma. Con el tiempo nos iremos dando cuenta de cuándo va siendo el momento de empezar a leer las frases que dicen los personajes o cuándo el niño está listo para ir atendiendo a la historia.
Se sabe que los recién nacidos tienen la visión borrosa, así que lo mejor para los primeros meses serán los libros de alto contraste visual, ya que con ellos ayudaremos a estimular del desarrollo de la retina y el nervio óptico y será más fácil captar su atención. Después podemos introducir libros con texturas y sonidos diferentes, y posteriormente libros con solapas para manipular. Con todo ello, unido al idioma que queremos enseñarle, estaremos activando su cerebro respetando al mismo tiempo su desarrollo evolutivo.
A continuación te presento una selección de libros que me parecen idóneos para el primer año. Muchos de ellos los he utilizado con mis pequeños bilingües y han sido fuente de momentos entrañables. Espero que también lo sean para vosotros.
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Perfecto para utilizar desde las primeras semanas hasta los dos años aproximadamente. Se despliega en forma de acordeón para que el bebé pueda observar los dibujos cuando aún no es capaz de cogerlo o de pasar las páginas. Los peques se quedan extasiados mirando los contrastes y mientras podemos nombrar los objetos que aparecen y hablarles sobre ellos para que se vayan acostumbrando a escucharnos hablar en inglés.
Pequeño librito de tela en contrastes, que muestra al bebé caras familiares: mamá, papá y bebé. Al final tiene un espejito para que se mire y empiece a reconocer su propia imagen.
22 nursery rhymes sencillas y clásicas, de las de toda la vida, para presentarle a tu bebé libros y canciones unidos desde muy pequeño. Una mezcla maravillosa para que escuche tu voz, entrene su vista y empiece a interiorizar las canciones más queridas por todos los niños angloparlantes. Para ser perfecto sólo le faltaría estar hecho de tela, pero a veces no se puede tener todo.
Un libro de tela evolutivo que encantará a tu bebé. Contiene contrastes, colores, texturas, sonidos… Ideal para ir ejercitando sus habilidades cognitivas desde el nacimiento, empezando por la vista hasta la manipulación. Además viene genial para enseñarle algunos animalitos y empezar a imitar los sonidos de algunos de ellos.
Los bebés prestan más atención a las caras reales que a las imágenes, y este libro muestra fotografías de niños de verdad expresando emociones distintas. Además es en cierto modo interactivo, porque después de ver la emoción correspondiente hay que identificarla entre un grupo de varias y también pide al niño que exprese cada emoción con su cara.
Resistente, de tamaño grande, con solapas para levantar y descubrir a los bebés poniendo diferentes expresiones, y un espejo para imitarlos. Este libro sin duda tiene todos los ingredientes para convertirse en un favorito de tu bebé.
Un librito encantador para empezar a estimular el tacto del bebé a través de las texturas. Cada animalito viene presentado con una rima y un círculo de pelo, y los colores son llamativos para captar fácilmente su atención.
Los niños pequeños disfrutan mucho viendo las imágenes de otros niños y bebés de distintas partes del mundo que aparecen en este libro. Además, es muy divertido si les haces cosquillas cada vez que lees la parte de “had ten little fingers and ten little toes”. Al final de la lectura también puedes repasar los números del 1 al 10 contando sus deditos.
Un cachorrito tiene a su mamá desesperada porque se empeña en hacer los sonidos de todos los animales en lugar de ladrar. Resulta muy gracioso ver a un perro maullando o mugiendo, sobre todo si exageras los sonidos al leer o si lo hacéis a dúo.
Para bebés que empiezan a comer sólido o que hacen BLW. Enseña la diferencia entre delicioso y asqueroso a través de la repetición y los peques se identifican fácilmente con el protagonista. Es muy colorido y bastante resistente.
Horas de diversión para los pequeños fans de Peppa Pig, que pueden pulsar los botones indicados a lo largo de la historia para hacerla más real. Muy útil para relacionar el idioma con los sonidos de la vida diaria (lluvia, teléfono, etc).
Para bebés que ya van conociendo los sonidos de los animales, este libro tiene un punto gracioso, porque los cerditos han salido cantarines. Es tan, pero tan sencillo, que los peques enseguida se quedan con la dinámica y te ayudan a “leerlo”. Es resistente y de buen tamaño, lo que hará que puedan heredarlo los hermanos aunque sea con alguna reparación, como ha sido nuestro caso. Es uno de esos libritos que guardo con especial cariño por los buenos ratos que nos ha hecho pasar.
Un libro muy, muy simple, que siempre consigue sacarnos una sonrisa. A mis peques les encantaba poner voces extrañas para imitar a los animales dando las buenas noches.
Este libro se está durmiendo y un ratoncito te va diciendo lo que tienes que hacer o que decirle para que esté cómodo y se duerma a gusto: preguntarle si se ha lavado los dientes o si está bien arropado, o darle un beso y un abrazo. Muy útil para practicar e interiorizar la rutina nocturna en tercera persona.
Un buen libro para empezar a construir el vocabulario de los más pequeños. Personalmente, no soy muy partidaria de este tipo de libros, porque sólo son imágenes con su nombre debajo y considero que algo así se puede hacer en casa de manera artesanal, aunque para familias con poco tiempo libre puede ser muy útil. Una ventaja que tiene es que no hay que leer frases, sólo palabras, por lo que si estás empezando a introducir el inglés en casa y todavía no te sientes muy segura, puede ser un buen primer paso para entrar en materia.
Como puedes ver, hay muchísimas opciones para poner en contacto a tu hijo con la lectura desde muy pequeño. Tan sólo es cuestión de elegir aquella con la que tú te sientas más cómoda para empezar y a partir de ahí seguir avanzando a vuestro propio ritmo.
